Te desconozco Ecuador… / Andrea Manjarrez Ocaña

Columnistas, Opinión


Cuanto anhelo aquellos tiempos, cuando admiraba tanto a mi país y su gente, aquella patria libre, soberana y democrática, que en momentos difíciles demostraba su unión, solidaridad, altruismo, que nunca se dejo caer ante fenómenos naturales, crisis sociales, económicas, ni siquiera ante gobernantes antagonistas de nuestra historia, pues como dice la canción “Yo nací en este país que va, con alegrías y dolor con gente linda y con canallas que nos roban la ilusión… endeudados con los mismos que se lo llevaron todo…”

¿Donde está? la benevolencia, la compasión, el perdón, la empatía ¿donde está? el corazón de mi “gente linda” ¿qué nos pasó?  ¡en qué momento decrecimos¡ En los últimos días, no hay titular de prensa que no contenga crónica roja, altercados, lucha entre seres humanos que parecen “bestias salvajes” hogueras de dolor, de lágrimas de sangre, es que acaso nuestra sociedad olvidó que siempre nos caracterizamos por tener riquezas naturales, sin igual, pero también por ser la cuna de personas de buen actuar, de buen servir, de buen querer ¿cuándo nos convertimos en esto? Ante todo lo ocurrido, debo decir, la única imagen que estamos proyectando en la actualidad es de un país violento, misógino, xenofóbico, odiador que incrementa constantemente el índice de violencia de género, asesinato, femicidio; nuestras redes sociales están infestadas de ataques, que buscan crear amarillismo, imágenes, memes y videos sin pudor, sin la mínima muestra de ética y moral.

Es momento de recordar quienes somos, de que estamos hechos, como fuimos formados, de anteponer nuestras valores a esta globalización mundana y mordaz, de entregar una mano amiga a quien lo necesita, sin importar su bandera, color o creencia, no solo debemos preparar nuestra mejor frase, porque de palabras bonitas no se vive, desde nuestro espacio entregar amor a nuestro andar, de permitir que la justicia gubernamental o tan siquiera divina juzgue y castigue a los verdaderos culpables, entreguemos nuestro grano de arena desde nuestro pensamiento crítico, comportamiento y decisión. Es momento de hacer algo, me mantengo sorprendida, con dolor e impotencia, pero aún albergo como muchos, aires de esperanza, espero pronto no decir Te desconozco Ecuador… (O)


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